Hace años que Susana Aloe, vecina de Pinamar, lucha legalmente contra su ex pareja que, tras realizarle varias denuncias, sigue en conflicto frente a la justicia sin tener solución. El próximo 8 de agosto se tendría una nueva audiciencia que, de acuerdo a las palabras de Susana, espera que sea la última y se arribe a una resolución para terminal con la bicicleta judicial.
Susana cuenta su testimonio, con un bozal legal que no le permite dar detalles, pero buscando contar su realidad, pedir que la justicia se expida y siendo ejemplo a otras mujeres que también puedan estar enfrentando la problemática de la violencia y miedo a la pérdida de la vivienda propia y de sus hijos menores.
A continuación exponemos el escrito presentado por Susana.
“Mi ex inicia una demanda de división de condominio; somos copropietarios perteneciéndonos el 50% de la propiedad que consta en la escritura, tanto terreno como vivienda. Además de tener, que es lo más importante, dos hijos menores en común. Después de muchos intentos de conciliación y negociación no hemos podido llegar a un acuerdo por la necedad, capricho y actitud agresiva- vengativa de la otra parte quien sostiene ser el único propietario aun estando las escrituras que comprueban veracidad, con lo cual decido ceder bajo sumisión para terminar de una vez por todas con esta situación que lleva casi 6 años, el 24 de agosto se cumplen los 6 años desde la exclusión de hogar a causa la denuncia por violencia degénero y familiar. Volviendo a lo anterior, al padre de mis hijos le he propuesto varias alternativas, alquilar la propiedad hasta que podamos resolver esta situación, cobrando el 50% cada uno, dijo que no, tampoco accede a vender la propiedad, ni darles a los niños el 50% del valor de la misma y poner a nombre de ellos la otra propiedad, siendo la administradora hasta la mayoría de edad de la menor. En la tercera audiencia el propone darnos 20 mil dólares y 4 meses para retirarnos de la casa, sin siquiera pensar en sus hijos, ante esta propuesta digo que 25 mil dólares, cerrar todas las causas y levante el embargo del auto, que me regalo mi padre hace casi 4 años, a lo que el Sr. responde que no tiene dinero, que por mi culpa se quedósin trabajo, originándose una fuerte discusión en medio de la audiencia, ante esto la jueza solicita un cuarto intermedio y una sala para hablar conmigo en donde acordamos, aun siendo mis hijos y yo los perjudicados con esa decisión pero sin más remedio accedo a recibir 25 mil dólares de una propiedad que hoy esta valuada en 210 mil dólares, que se cierren las causas y levanten el embargo del vehículo, agregan la posibilidad que el pague el alquiler de una casa durante tres años, a esto la otra parte dice que no, que no tiene ese dinero, que está mal económicamente y solicita tiempo para juntar esa suma, a esto déjenme contarles que el señor se fue en mayo 10 días a Perú a festejar su cumpleaños y ahora se encuentra en República Dominicana hasta el 10 de agosto, teniendo fecha de audiencia el 8.Ahora me pregunto si esta en disponibilidad en policía cobrando el 50% menos de su sueldo, saco licencia en docencia sin goce de sueldo, con lo cual los niños no cobran la cuota alimentaria y como abogado desconozco lo que gana porque los niños tampoco cobran cuota de ese sueldo, ante todo esto, que son varios elementos a tener en cuenta, no han podido llegar a una resolución, ni aun pensando en los niños. Se está tornando dificultoso a la hora de resolver siendo difícil y nula, por lo visto hasta ahora, este conflicto no puede manejarse con ningunas de las estructuras o reglas, ni normativas, sostengo esto porque de manera evidente, aun en varios intentos de negociación, la justicia no contempla que tenemos dos hijos en común, que somos copropietarios y a pesar de no negarme y estar abierta a toda propuesta insisten en resolver la situación a través de mí, que soy quien cede para terminar con esto y poder continuar con mi vida en paz, no tienen en cuenta el perfil psicológico, ni tampoco todo lo que ocasiona al ejercer aun hoy violencia coercitiva siendo esta psicológica y emocional además de económica, simbólica, sobre todo ejerciéndola sobre mi hijo mayor quien ha decidido ver a su padre y que aun así me demanda por no poder ver a los niños, nuestra hija menor decidió no verlo pero si ve a nuestro hijo una o dos veces por semana a quien manipula económicamente a lo que el menor le aclara que no se trata de dinero que el esta esperando otra cosa de su padre. Ante esto nadie esta haciendo nada, nadie vela por la integridad de los menores, extendiendo esta situación que es traumática para el seno familiar, en donde siempre intentan resolver con terapias sin tener en cuenta que la solución la tienen en sus manos, esto es como lastimar, poner un curita y volver a lastimar para ver si Tenes buena cicatrización”.