El proyecto audiovisual, producido por una compañía chilena y adquirido por Netflix, está programado para ser lanzado en marzo de 2025. La serie busca reconstruir los sucesos del fatídico 18 de enero de 2020 y ahondar en el juicio que llevó a la condena de los rugbiers. Algunos de los acusados han aceptado participar en entrevistas, mientras que otros han optado por mantenerse al margen.

Entre quienes decidieron no participar se encuentra Máximo Thomsen, uno de los principales implicados en el caso, quien fue condenado a cadena perpetua. Junto a él, Matías Benicelli, Lucas Pertossi y Ayrton Viollaz también rechazaron participar. Según sus defensores, la exposición mediática podría reforzar una narrativa de culpabilidad y complicar su situación legal.

Hugo Tomei, abogado de Thomsen durante el juicio, ha sido claro en recomendar a su cliente que no forme parte del proyecto, señalando que su aparición en la serie podría influir negativamente en la percepción pública sobre su responsabilidad en el crimen. A lo largo del proceso judicial, Tomei cuestionó la evidencia presentada y el tratamiento mediático del caso, argumentando que la cobertura perjudicó a los acusados.

Por otro lado, Ciro Pertossi, Luciano Pertossi, Enzo Comelli y Blas Cinalli han aceptado participar en la serie. La producción promete incluir sus testimonios y ofrecer una visión detallada de su perspectiva sobre lo ocurrido. Estos testimonios serán clave para conocer la versión de los implicados en uno de los crímenes más resonantes de los últimos años.

El asesinato de Fernando Báez Sosa tuvo un impacto profundo en la opinión pública, no solo por la brutalidad del hecho, sino por la magnitud del juicio mediático que lo acompañó. La serie documental explorará tanto las dinámicas del grupo como el proceso legal que llevó a las sentencias.

La plataforma de streaming también ha confirmado que el proyecto incluirá análisis de expertos en criminología y derecho penal, quienes contextualizarán los aspectos legales de la causa. Además, se espera que el documental aborde las implicaciones sociales del caso, subrayando temas como la violencia en el deporte y el rol de los medios de comunicación.

La comunidad argentina sigue profundamente marcada por el asesinato de Fernando Báez Sosa. Este trágico hecho no solo despertó una sensación de injusticia, sino que también generó una reflexión necesaria sobre los valores que transmitimos a las nuevas generaciones. Nos recuerda la fragilidad de la vida y la urgencia de fomentar el respeto, la empatía y la responsabilidad en la sociedad.

En medio del dolor, la búsqueda de consuelo y sanación se convierte en un desafío colectivo. Aunque la justicia ha hecho su parte, la cicatriz que deja un hecho tan violento requiere un esfuerzo continuo de la comunidad para promover un entorno más humano y compasivo. Este caso nos invita a reflexionar sobre el papel que todos jugamos en la construcción de una sociedad más justa, donde las tragedias como la de Fernando no se repitan.