En un evento trascendental para la comunidad cristiana evangélicadel país, la Cámara Alta de la Nación ha aprobado la Ley que establece la celebración de dicha fecha. Durante la Sesión Ordinaria presidida por la Vicepresidenta Victoria Villarruel en el Congreso Nacional, la votación ha sido unánime, con la presencia de 67 senadores, quienes han respaldado esta iniciativa junto a otras propuestas de la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. El proyecto, que previamente había obtenido media sanción en la Cámara de Diputados bajo el expediente 32/23, es producto del consenso entre diversas propuestas presentadas por las diputadas nacionales Dina Rezinovsky, Agustina Propato, Vanesa Massetani y Rossana Chahla, quienes representan distintas fuerzas políticas y expresiones de fe.

El presidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina, pastor Christian Hooft, ha expuesto los fundamentos de esta iniciativa ante los senadores que integran la Comisión de Relaciones Exteriores y Culto. Hooft destacó 'la importancia histórica del 31 de octubre, fecha en que en el año 1517 el monje alemán Martín Lutero clavó las 95 tesis en la puerta de la iglesia del Castillo de Wittenberg, marcando así el inicio de la Reforma Protestante'.

Esta medida busca reconocer y honrar la contribución de la tradición religiosa evangélica y protestante en la historia y sociedad argentina. Además, representa un gesto de respeto y apoyo al diálogo interreligioso, fomentando la diversidad y pluralidad en la nación. La declaración de este día también ofrece una oportunidad para reflexionar sobre los desafíos y oportunidades que enfrentan estas iglesias en la actualidad, así como para reconocer la importancia de su labor en la promoción de valores como la igualdad y la libertad de pensamiento en la sociedad.

Según datos recabados en 2019 por parte del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), aproximadamente el 15,3% de la población se identifica como seguidora de la fe evangélica, estando representada por una vasta red de más de 25.000 congregaciones a lo largo y ancho del país. Estas comunidades desempeñan un papel primordial en el tejido espiritual y social de la nación, fomentando valores fundamentales como la solidaridad, la fraternidad, la equidad, la preservación de la vida, la libertad y la promoción de la paz.

Fuente: /www.aciera.org/