Existen marcas que deja la vida y que, en muchos casos, son difíciles de asimilar. Quemaduras, cicatrices de operaciones invasivas o aquellas que dejan los actos violentos, son marcas a las que la psicología puede dar una gran ayuda para salir adelante. Pero la psicología no cura lo estético. Y aquí entra en acción alguien que transformó el arte de tatuar en una acción solidaria que busca llevar un poco más de bienestar a aquellas mujeres que han sufrido abusos y también a las que el destino les propinó enfermedades como el cáncer de mamas, que dejan secuelas.
Esta es la historia de Diego Starópoli, tatuador, un hombre que hizo de su arte, una herramienta para ayudar a curar el alma. Te la contamos en Acciones Solidarias: https://accionessolidarias.org/diego-staropoli-mas-alla-lo-estetico-mis-tatuajes-sanan-alma/
